La sabiduría popular, acumulada a través de las generaciones, común a todos los hombres por ser bien social , esa herencia cultural inmanente a las tradiciones es los investigadores de las ciencias sociales han denominado Folklore.
El folklore es producto de la dialéctica social: dinámico en el tiempo, estático en su
esencia, infinito en su contenido. Por
ello su origen es muy remoto y data, quizás, desde el mismo momento
en que una comunidad luego de ver satisfechas sus necesidades básicas
(alimentos, vestidos, creencias vivienda) quiso imponer por la fuerza
su propia cultura a otra
comunidad que se encontraba en un estado inferior de desarrollo.
Pero de
esta lucha remota,
desatada entre comunidades
primitivas algo quedó: tanto la cultura dominante como la sometida sufrieron
transformaciones; cada una perdió su propia identidad dando origen
a otra cultura enraizada, asimilada
por ambos pueblos y que le
hicieron suya en el tiempo.
Es por
ello que en cualquier manifestación
tradicional de cualquier lugar del mundo,
encontramos huellas de culturas
ya extinguidas, es nuestro pasado histórico , preservado por el hombre
a través de su propia fuerza social:
el pueblo.
En 1846 el
inglés Williams Jhon Thoms utilizó por primera vez la palabra, compuesta por
dos vocablos: Folk, que significa “pueblo” y Lore “saber tradicional”. Con este término
designó a las antigüedades populares
referidas a los pueblos primitivos con tradiciones
culturales.
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