sábado, 22 de septiembre de 2012

Enseñanza incompleta











Enseñe durante 10 años. En ese  periodo asigné tareas entre otros a quienes luego llegaron a ser un homicida, un predicador, un pugilista, un ladrón y un adicto respectivamente


El homicida era un niñito que se sentaba en el primer banco y me miraba  con sus ojos celestes.El predicador era el chico más  popular de la escuela. El pugilista sentaba junto a la ventana y de vez en cuando lanzaba una carcajada ronca que estremecía las plantas de geranio. El adicto un animalillo de ojos tiernos que andaba siempre en busca de sombra.  Y, el ladrón  era una legre  seductor siempre con una sonrisa  en los labios

En la actualidad…

  
 El homicida  aguarda la ejecución  en la penitenciaria estatal.

 El predicador yace en el cementerio del pueblo hace un año.


 El pugilista  perdió un ojo en una riña en Hong Kong.











El ladrón  se pone de puntas de pie puede ver las ventanas de mi aula desde  la cárcel del condado.Y, el adicto golpea con su cabeza las paredes acolchadas del asilo estadal.

Todos estos alumnos se sentaron en mi aula y me miraron con expresión de tristeza por encima de sus pupitres  marrones desvencijados. Pero yo brindé  una gran ayuda a esos alumnos: les enseñé las fechas de las batallas, las fronteras de los estados y como sacar la raíz cuadrada mediante  procedimientos algebraicos



jueves, 20 de septiembre de 2012

Tres tesoros vencen a siete males









El estado natural de todos los seres es la  armonía y la interrelación con el universo que nos rodea, pero la excepción  a la regla  somos los seres humanos que con  nuestros malos hábitos alimenticios, contaminación ambiental, stress y al no llevar una vida  en armonía. Caemos  en la enfermedad  tanto física  como espiritual, es preocupante como se incrementa el número  de pacientes  que  aún  no llegan a su edad adulta y  ya presentan cuadros de hipertensión, diabetes, disfunción sexual, etc. Aunado a esto el incremento del cáncer y lo que es peor el aumento del  stress y la ansiedad en la vida.

Desde nuestro nacimiento a todos los seres humanos nos obsequian tres tesoros a saber; la esencia (cuerpo físico),  la energía (“Qi” para los niños, “Prana” para los hindúes)  y espíritu. 



Desafortunadamente tenemos siete ladrones al acecho que constantemente merodean para robar al primer descuido nuestros tres tesoros. El nombre de siete ladrones son en orden de jerarquía: el miedo, la rabia, la alegría, la aflicción, la preocupación, el agotamiento y el susto), y su modus operandi es actuar directamente sobre nuestro mayor tesoro nuestra energía holística (integral), física, síquica y espiritual.   


“La rabia  hace subir  la energía, la alegría la vuelve más lenta, la aflicción la disipa, el miedo  le hace descender, el susto la dispersa,  el agotamiento la marchita, la preocupación la estanca.” Clásico de medicina interna del emperador amarillo, Siglo II A.C.


Las emociones y su incidencia funesta en nuestra salud (Física, mental, espiritual) cuando no sabemos manejarías. El cuerpo físico esta protegido por un escudo energético o energía centinela  (fluye debajo de la piel) que nos protege del medio ambiente  que nos rodea, pero cuando dejamos a las emociones tomar el control de nuestras vidas, debilitamos  ese escudo energético y entonces aparece la enfermedad.




Toda nuestra vitalidad la tomamos del aire que respiramos (Qi, Prana) y es energía  nutricia terrestre y lo que nos identifica como seres humanos, los sentimientos  que albergamos en nuestro corazón  o energía espiritual.




Estas tres energías en armonías dan como resultado  una salud  y una  longevidad  a toda prueba, lamentablemente son como una cuenta de ahorro  y depende  de nuestro buen criterio  si aumentaría o dilapidaría
Reacciones del cuerpo ante las emociones
    Cuando nos entregamos a la alegría y a la risa exagerada la energía del corazón fluye mas lentamente y lo congestiona provocando irregularidades en su ritmo cardiaco, no sólo enferma el corazón, afecta  también el espíritu  que en él se aloja, debilitándolo  y perdiendo el control sobre el cuerpo y sus funciones vitales, es así como muchas personas mueren de ataques al corazón al recibir noticias inesperadas.

La rabia actúa directamente sobre el hígado y la vesícula biliar, aumentando  su trabajo, cuando hablamos de personas biliosas, nos referimos a personas de mal carácter, la rabia afecta  al hígado lo que a hace a la persona mas  propensa a estallidos de cólera, se manifiesta en los gritos y el mal carácter.
La angustia bloquea la energía  y afecta los pulmones reteniendo el aliento, afectando también al intestino grueso, causando estreñimiento y colitis ulcerosas, produciendo una merma en nuestro escudo protector que rodea nuestro cuerpo.






La obsesión  afecta al bazo y al páncreas, como también al estomago. La preocupación excesiva, perjudica la digestión y provoca dolor  abdominal, aunando a la mala absorción de los alimentos. La tristeza afecta al sistema inmunológico, haciéndonos más vulnerables al cáncer y otras enfermedades graves, esta asociada  al pesimismo que afecta al corazón.


El miedo (temor) nos mantiene alerta  y es un rasgo de nuestra evolución como especie animal pero cuando es exagerado y perdemos el control afecta severamente a los riñones y a la vejiga urinaria, depositarlos  de la energía vital. El susto, difiere del temor, porque es súbito e inesperado dispersando la energía.  









En general siempre  el corazón  es el  más afectado


Dado  que el corazón alberga al espíritu afecta al corazón en su fase inicial  y si se convierte  en temor crónico afecta los riñones, es así como todo afecta a todo. En general siempre es el corazón  el más afectado por las emociones porque alberga al espíritu la conciencia, sin embargo los siete ladrones afectan nuestra salud y bienestar cuando perdemos el control sobre ellos, sumándole: la contaminación ambiental, la mala alimentación,  el sedentarismo  y una equivocada actitud frente a la vida, acortan  y bajan nuestras expectativas de tener un buen resguardo  a nuestro tres tesoros.

Esta en nuestras manos el evitar que eso suceda con reprogramar nuestros hábitos alimentarios, una respiración correcta (diafragmática), ejercicio físico (yoga, Tai Chi Qigong , caminar) darle cabida al perdón y la tolerancia en nuestro corazones estaremos en el camino de la armonía  y una larga y saludable vida